viernes, septiembre 29, 2006

LA NAVE ENTERPRISE (IV)

Naves Enterprise de distintas generaciones hacen su aparición en el cielo. La primera vez que subí una foto de estas naves a este blog -Enterprise (I)-, expresé mi convicción no confirmada de que el diseño de la nave tiene que haber sido inspirado por esa configuración recurrente de las nubes. Vaya uno a saber qué estaría pensando el señor Gene Rodenberry, el creador de la serie Star Trek (Viaje a las Estrellas) que, para quien no lo sepa... era policía de tráfico. ¡Un berraco, el señor Rodenberry!

La nave Enterprise vuela sobre Bogotá a la hora del atardecer. El "ranchito" con forma de sombrero chino que sobresale sobre la silueta de las lomas, es el Nevado del Tolima. La nube que ha protegido la nieve durante el día comienza a retirarse, para que el volcán pueda entrar en contacto directo con las estrellas.

Otra nave -que no es de la familia de la Enterprise- arriba también a la reunión.

Y alguien llega en un platillo volador, de esos "Antiguos y Clásicos". En el borde superior de la foto, un ave terrestre sale a curiosear.

No dejen de ver:
La nave Enterprise (II)
¡Otra nave espacial Enterprise! (III)
La topografía de una cara y la piel de la Tierra. (Ver TEOFANÍAS)

domingo, septiembre 24, 2006

RÍOS DE LOS LLANOS

El sistema circulatorio de la Tierra tiene en los llanos de Colombia y Venezuela, una dinámica distinta a la de los ríos andinos, pero igualmente prodigiosa. Pruebas irrefutables de que la Tierra está viva.

En su dinámica desmadrada, las aguas forman mariposas y aves. En cada río y en cada instante asistimos a la ratificación renovadora de los ritos de origen.

El gigante bueno, los cetáceos que se toman el cielo, los ríos de los llanos o los pliegues de la cordillera andina... todo es lo mismo: autorretratos, en últimas.

Nosotros, la conciencia del cosmos, fotografiándonos a nosotros mismos en distintas expresiones y escalas de esa unidad inseparable que conforman la materia y la energía, el cuerpo y el espíritu, el planeta y la vida.

YA DE REGRESO....

Ya de regreso en mi casa, me pillo el momento en que el gigante bueno enciende la moto.

¿O será alguna especie de rayo transportador? ¿O un túnel del tiempo? ¿O será que logré fotografiar el efecto colador?

El "efecto colador" aparece en mi cuento "Una carta", que forma parte del libro "El Universo Amarrado a la Pata de la Cama". (Para leerlo completo haga click en el título del libro).

Unos fragmentos, a manera de carnada:

Las autoridades intergalácticas ordenaron cerrar el agujero sobre sí mismo, como las antiguas botellas de Klein, de manera que, al menos teóricamente, quienes penetren a él se quedarán atrapados ad aeternitas en un laberinto de dimensiones autocontenidas.

Ahora las buenas noticias, que ustedes ya habrán sospechado: teóricamente los que ingresan allí deberían quedar atrapados, pero en la práctica no. Esa especie ha sido difundida por las autoridades como parte de su estrategia para evitar que el agujero negro vuelva a ser utilizado como corredor de comunicación. Pero nosotros no vamos a ser los primeros en desafiar esa prohibición.

Sabemos que si bien es cierto que el agujero ha sido sellado hacia su propio interior, nuevas bandas de contrabandistas y de piratas de quarks han descubierto y aprovechado lo que en física se llama el “efecto colador”: una red de túneles que conectan entre sí las porosidades subatómicas del agujero negro, con lo cual es posible saltar hasta la dimensión 967, y a veces hasta aún más allá. (Sigue...)

miércoles, septiembre 20, 2006

EL GIGANTE BUENO

No hay viaje en avión durante el cual yo no permanezca pegado a la ventanilla, con la esperanza de ver ese gigante bueno, con un castillo en las nubes, del que hablaban algunos cuentos de hadas que me leían cuando estaba chiquito. Por ejemplo el de Juanito y los Fríjoles Mágicos.

Hasta que al fin, hoy lo ví en un vuelo entre Bogotá y Cali. Y lo fotografié, para que no quepa duda. (Seguramente se había alejado del castillo para darse un vueltón.)

lunes, septiembre 18, 2006

PULGAS Y YO, NEFELIBATAS

Nefelibata, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, dicho de una persona quiere decir: "Soñadora, que anda por las nubes".

Y dicho de una pulga (digo yo), quiere decir que anda entre las nubes de un perro, también nefelibata, como el caballero don Charlie, mi profesor de compasión (compartir la pasión), el de las fotos de abajo.

Me pregunto: ¿Será que las ovejas tienen pulgas? Me imagino que sí: no estoy seguro. (De lo que sí estoy seguro, es de que las pulgas no tienen ovejas).

Como yo paso una parte importante de mi vida andando entre las nubes, más por razones de trabajo que porque ande soñando, he tenido la oportunidad de compartir la vivencia y la pasión de las -muy pocas, para ser justo- pulgas de Charlie.

Para la muestra este par de fotos de mi último viaje al Ecuador:


O esta, del cielo sobre la cordillera de los Andes entre Lima y Bogotá (desde abajo diríamos: "Un día nublado")

O esta última, cuando ya el avión comienza a descender a Bogotá:

Y una ñapa para terminar: Ese "embrión" de bebé estrella que se alcanza a divisar entre las nubes, en alguno de los ríos amazónicos entre Colombia y el Perú.

"Selva y nube se funden en un verde crisol", escribí para el Himno del Cauca, en mi -hasta ahora única- experiencia como "himnotizador":

domingo, septiembre 10, 2006

SIN AGUA TAMPOCO HAY PARAÍSO

Textos: Cristobal Colón - Fotos: Gustavo Wilches-Chaux

"Yo siempre leí qu’el mundo, tierra e agua era espérico e(n) las auctoridades y esperiençias que Ptolomeo y todos los otros qu’escribieron d’este sitio davan e amostraban para ello, así ecclipses de la luna y otras demostraçiones que hazen de Oriente fasta Ocçidente como de la elevaçión del polo de Septentrión en Austro. Agora vi tanta disformidad como ya dixe; y por esto me puse a tener esto del mundo, y fallé que no era redondo en la forma qu’escriven, salvo que es de la forma de una pera que sea toda muy redonda, salvo allí donde tiene en peçón que allí tiene más alto, o como quien tiene una pelota muy redonda y en un lugar d’ella fuesse como una teta de muger allí puesta, y qu’esta parte d’este peçon sea la más alta e más propinca del cielo, y sea debaxo la línea equinocçial, y en esta mar Ocçeana, en fin de Oriente (llamo yo fin de Oriente a donde acaba toda la tierra e islas). (...)

"Yo dixe lo que yo hallava d’este hemisperio y de la hechura, y creo que si yo pasara por debaxo de la línea equinocçial, que en llegando allí en esto más alto, que fallara muy mayor temperançia y diversidad en las estrellas y en las aguas, no porque yo crea que allí, a donde es la altura del estremo, sea navegable, ni (a) agua, ni que se pueda subir allá; porque creo que allí es el Paraíso Terrenal, adonde no puede llegar nadie salvo por voluntad divina.

"Yo no tomo qu’el Paraíso Terrenal sea en forma de montaña áspera, como el escribir d’ello nos amuestra, salvo qu’el sea en el colmo, allí donde dixe la figura del peçón de la pera, y que poco a poco andando hazia allí desde muy lexos se va subiendo a él, y creo que nadie no podría llegar al colmo, como yo dixe, y creo que pueda salir de allí esa agua, bien que sea lexos y venga a parar allí donde yo vengo, y faga este lago. Grandes indiçios son estos del Paraiso Terrenal, porqu’el sitio es conforme a la opinión d’estos sanctos e sacros theólogos. Y asimismo las señales son muy conformes, que yo jamás leí ni oí de tanta cantidad de agua dulçe fuese así adentro e vezina con la salada; y en ello ayuda asimismo la suavíssima temperançia. Y si de allí el Paraiso no sale, pareçe aún mayor maravilla, porque no creo que se sepa en el mundo de río tan grande y tan fondo."

Tomado de La historia del viaje qu’el Almirante Don Cristobal Colón hizo la terçera vez que vino a las Indias cuando descubr(i)ó la tierra firme, como lo embió a los Reyes desde la isla Española.

La ballena de la tarde


En los últimos rayos del atardecer aparece Moby Dick, la gran ballena blanca (Ver otros cetáceos en el cielo)

sábado, septiembre 09, 2006

Tormenta lejana

Tormenta lejana, probablemente sobre el valle del Magdalena
BOGOTÁ EN PRIMER PLANO
Madrugada del 9 de Septiembre de 2006

miércoles, septiembre 06, 2006

HOMENAJE PÓSTUMO

Me encantan los caimanes, y en consecuencia me caía bien el australiano ese que jugaba con ellos. Aunque hay que reconocer que, lamentablemente, hacía gala de una imprudencia innecesaria.

Menos mal no se lo comieron los caimanes (o los cocodrilos). Eso habría redundado en una mala prensa que para nada les conviene a estos animales que viven en la Tierra desde muchos millones de años antes de que llegáramos los seres humanos a arrancarles el cuero y a disputarles sus hábitats.

Sí: me encantan estos bichos, que en su cuerpo tienen cosas con nombres tan sonoros y tan misteriosos como los osteodermos (las placas acorazadas de que están hechas sus pieles) y los gastrolitos (las piedras del buche, que les sirve para triturar lo que les pongan... como esa piedra que se introducía -¿o se introduce todavía?- en los Molinos Corona... que deben llevar en en este planeta los mismos años de los cocodrilos).

Sea esta una invitación a releer mi cuento EL CHARCO, que confirma mi adicción a los caimanes. (Haga click en EL CHARCO)

UNA MIRADITA....

Dense una pasadita por TEOFANÍAS

viernes, septiembre 01, 2006

CETÁCEOS EN EL CIELO

Los cetáceos son mamíferos terrestres que, agobiados por la gravedad, hace 50 millones de años regresaron al agua.

Duchos en el arte de la flotación, el siguiente paso evolutivo es ascender a la atmósfera.

Ya comenzamos.







Otros mamíferos terrestres, como Pegaso, también ascendieron al cielo, pero sin pasar por el agua... Aunque Pegaso nació cuando Medusa fue decapitada por Perseo.

Y Medusa también se prepara a emprender vuelo:

Según la mitología griega, Medusa (la única mortal de las tres Gorgonas) fue decapitada por Perseo, guiado y protegido por el escudo que le entregó Atenea. Atenea es la diosa del aire, del viento, de la tempestad, del aliento, del espíritu, del orden justiciero y de la sabiduría. O sea, de los territorios celestes a donde se han ido a habitar los cetáceos de arriba.